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Una pionera olvidada: la lección de CÔndida Cadenas para la Educación Física escolar de hoy

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    Consejo COLEF
  • hace 24 minutos
  • 4 Min. de lectura

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UNA PIONERA OLVIDADA: LA LECCIƓN DE CƁNDIDA CADENAS PARA LA EDUCACIƓN FƍSICA ESCOLAR DE HOY

La recuperación del artículo de 1949 de CÔndida Cadenas, «La Educación Física ha de ser sentida y vivida», nos recuerda que la Educación Física escolar nunca fue una asignatura menor. Cadenas defendía una EF vital, profunda y formadora, capaz de influir en la salud, el carÔcter y el bienestar del alumnado. Su figura, pionera y excepcional, debería ser conocida por toda la profesión. Revisitar su pensamiento interpela al presente y refuerza la necesidad de situar la Educación Física en el centro de la experiencia educativa.

En el segundo número de la que ahora se denomina Revista Española de Educación Física y Deportes (REEFD), publicado en 1949, CÔndida Cadenas y Campos escribió un texto cuya vigencia sorprende por su autenticidad y por la lucidez con la que define el corazón mismo de la Educación Física escolar. Su artículo, «La Educación Física ha de ser sentida y vivida», no es un documento mÔs del archivo histórico: es un manifiesto temprano sobre la importancia de la Educación Física en la formación integral y sobre la responsabilidad de quien la enseña. Cadenas advertía, ya entonces, que reducida a un horario o a una rutina mecÔnica, la Educación Física pierde su capacidad transformadora. Para ella, la Educación Física debía vivirse desde dentro, con convicción profunda, porque de su adecuada realización dependían el bienestar, el carÔcter, la vitalidad y la felicidad de la persona.


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La lectura de este texto permite trazar un puente directo con la propuesta que José María Cagigal formuló dos décadas después en la misma revista. Si Cagigal insistía en que la Educación Física no podía encerrarse entre las paredes del aula ni reducirse a una asignatura escolar, Cadenas anticipaba esa reflexión defendiendo que la Educación Física debía ser la base de todas las demÔs educaciones. Donde Cagigal hablaba de cultura corporal, de sentido existencial y de la potencia humanizadora del juego, Cadenas hablaba de vida, salud, energía, optimismo y formación moral. Ambos compartían un diagnóstico que aún interpela: cuando la Educación Física se limita a cumplir un programa, pierde su capacidad para humanizar, para despertar movimiento, creatividad y alegría en una sociedad cada vez mÔs mecanizada.


La fuerza del texto de CÔndida Cadenas se vuelve especialmente relevante si lo leemos desde el presente. MÔs de setenta años después, la Educación Física escolar sigue viviendo tensiones que ella ya describía con claridad: falta de reconocimiento, horarios reducidos, prÔcticas pedagógicas condicionadas por la urgencia, escasa comprensión del papel que cumple en el bienestar físico, emocional y social del alumnado. Persisten miradas que consideran la Educación Física como un complemento, una pausa activa o una asignatura menor. Frente a esas inercias, Cadenas recordaba que la Educación Física es la base sobre la cual se construye la capacidad de aprender, de concentrarse, de relacionarse, de afrontar la vida con energía y sentido. Su advertencia resuena con especial fuerza en un contexto donde los problemas de salud física y mental, la inactividad física y el sedentarismo infantil crecen de manera alarmante.


Pero el artĆ­culo de 1949 no solo es valioso por lo que dice, sino tambiĆ©n por quiĆ©n lo escribe. CĆ”ndida Cadenas y Campos fue una figura extraordinaria, cuya vida deberĆ­a ser conocida por todas las educadoras y educadores fĆ­sico deportivos. Fue una pionera en un tiempo en el que muy pocas mujeres tenĆ­an acceso a la formación especializada en Educación FĆ­sica. Estudió en Estados Unidos, se formó en universidades como St. Catherine’s College y Wisconsin, obtuvo el tĆ­tulo nacional de Profesora de Educación FĆ­sica viajando desde Ɓvila a Madrid al amanecer tres veces por semana y, aƱos mĆ”s tarde, obtuvo la Licenciatura en Medicina y CirugĆ­a por la Universidad de Salamanca. Fue docente, conferenciante, creadora de instalaciones deportivas, organizadora de cursos y defensora incansable de la profesión. Su trayectoria fue reconocida con distinciones como las Cruces de Alfonso XII y Alfonso X el Sabio, y el propio Colegio Nacional de Profesores de Educación FĆ­sica destacó la magnitud de su labor.


No podemos permitir que su nombre se pierda en el archivo. CÔndida Cadenas forma parte del linaje intelectual, científico y pedagógico de la profesión. Su pensamiento y su ejemplo ilustran algo que hoy sigue siendo esencial: que la Educación Física escolar solo puede transformar vidas cuando es guiada por profesionales que creen en lo que hacen, que conocen la ciencia que sustenta su prÔctica y que trabajan desde la convicción de que el movimiento es una herramienta educativa poderosa. Leer a Cadenas es, de algún modo, recordar que nuestra profesión tiene raíces firmes, que las reflexiones actuales tienen precedentes sólidos y que la Educación Física española cuenta con una genealogía que merece ser reconocida.


El archivo histórico de la REEFD nos devuelve estas voces fundacionales, y con ellas una oportunidad: volver a mirar la Educación Física desde un horizonte amplio, humanista y comprometido con el bienestar de la ciudadanía. En ese horizonte, CÔndida Cadenas ocupa un lugar fundamental. Su obra nos invita a reclamar, con serenidad y firmeza, el valor central que la Educación Física debe tener en la escuela y en la vida.




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Puedes leer el artƭculo completo de CƔndida Cadenas

en el archivo histórico de la REEFD: 



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