TRABAS ADMINISTRATIVAS DE LAS EDUCADORAS Y EDUCADORES FÍSICO DEPORTIVOS, UN PROBLEMA DE CLASIFICACIÓN
Dificultades para integrar a las educadoras y educadores físico deportivos en la categoría adecuada en los contratos y precariedad laboral, consecuencias de la desactualización de la Clasificación Nacional de Ocupaciones y la Clasificación Nacional de Actividades Económicas. A esto se suma la inviabilidad para hacer un análisis y diagnóstico del mercado de trabajo de esta profesión, por no contar con datos desde la Administración. ¿De qué sirve digitalizar si el contenido que se digitaliza sigue anclado en el pasado y sin adaptarse a la realidad normativa?
La nueva Ley 39/2022, de 30 de diciembre, del Deporte reconoce la profesión de los 'Licenciados en Educación Física y en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte' y el estatus como titulada y colegiada que ostenta desde 1978. También indica que su nueva denominación será la de 'educadoras y educadores físico deportivos', especifica su acceso mediante la Licenciatura o Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deportes y que se le deben reservar determinadas actividades profesionales cuando así se garantice proporcionalmente la calidad y seguridad del servicio. Esas actividades propias son la dirección técnica de servicios de educación física, actividad física y deporte; la preparación física; la readaptación físico-deportiva; la intervención físico-deportiva social y sociosanitaria; y la docencia de la Educación Física.
A pesar de la sólida base jurídica como profesión titulada y colegiada, y con la excusa de la falta de reserva de actividad por ley estatal, no existe todavía el necesario reconocimiento dentro del listado de profesiones reguladas en España y tampoco su identificación dentro del gran grupo de profesionales intelectuales y científicos. Esto ha tenido una serie de consecuencias, y algunas suponen verdaderos quebraderos de cabeza para nuestras y nuestros profesionales, pero también para poder ejercer uno de los fines esenciales de la Organización Colegial como es la defensa de los intereses de la colegiación.
En numerosas ocasiones las gestoras y gestores administrativos de nuestros colegiados se han puesto en contacto con nuestros Colegios Oficiales y con el Consejo General, debido al caos existente para ubicarnos en la Clasificación Nacional de Ocupaciones, la Clasificación Nacional de Actividades Económicas o en la clasificación del Impuesto de Actividades Económicas. Esto, además, está generando dificultades para integrarnos en la categoría adecuada en los contratos. Se debe tener en cuenta que las actividades y ocupaciones de nuestra profesión todavía se agrupan con las y los técnicos de nivel medio, lo cual precariza el mercado de trabajo. Todo ello a pesar de que diez leyes autonómicas indican de forma expresa que determinados servicios solo pueden ser prestados por tituladas y titulados universitarios en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
A su vez, esto supone una absoluta imposibilidad para realizar un análisis y diagnóstico del mercado de trabajo de las educadoras y educadores físico deportivos. Por ello, no podemos establecer estrategias de mejora basadas en los datos. Mientras que otras profesiones están aprovechando el importante proceso de digitalización y publicación de las estadísticas de la Seguridad Social y del Observatorio de las Ocupaciones del SEPE, reduciendo los tiempos para obtener datos del mercado de trabajo de su colegiación, en el caso de las educadoras y educadores físico deportivos se hace inviable.
¿De qué sirve digitalizar si el contenido que se digitaliza sigue anclado en el pasado y sin adaptarse a la realidad normativa? Ésta es la pregunta que se hace el Consejo COLEF cuando su colegiación, a pesar de estar prestando servicios para los que se requiere titulación universitaria, se ha de clasificar en ocupaciones de nivel medio. O cuando, año tras año, para realizar una aproximación al mercado de trabajo de las educadoras y educadores físico deportivos el Consejo COLEF tiene que hacer el mismo procedimiento rudimentario, a pesar de que las instituciones de empleo están cada vez más digitalizadas.
La solución pasa por que la Administración ofrezca las bases de datos con mayores posibilidades de filtrado -en el caso de las ocupaciones y actividades, poder explorar con tres y cuatro dígitos-, ya que las aplicaciones tecnológicas lo permiten sin mayor esfuerzo. Pero, sobre todo, la solución debe partir de la actualización de las clasificaciones y la incorporación de las educadoras y educadores físico deportivos donde verdaderamente corresponde.