Claves del Foro Económico Mundial para entornos laborales saludables
- Consejo COLEF
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CUANDO MOVERSE ES PARTE DEL TRABAJO: CLAVES DEL FORO ECONĆMICO MUNDIAL PARA ENTORNOS LABORALES SALUDABLES
El Foro Económico Mundial subraya el papel de las empresas en la prevención de enfermedades crónicas a travĆ©s de entornos laborales que favorezcan la actividad fĆsica. Frente al elevado coste sanitario de la inactividad, propone estrategias que requieren planificación rigurosa, espacios activos y programas coherentes. Este artĆculo analiza las claves del informe desde una perspectiva que reconoce la importancia de integrar el ejercicio fĆsico con visión estructural, fomentando polĆticas corporativas alineadas con la salud pĆŗblica y con criterios tĆ©cnicos que garanticen seguridad, eficacia y sostenibilidad.
La inactividad fĆsica cuesta a los sistemas sanitarios mundiales unos 27.000 millones de dólares al aƱo. La cifra, publicada por el Foro Económico MundialĀ en una reciente entrada en su perfil de LinkedIn, no solo llama la atención por su magnitud, sino porque seƱala una realidad que atraviesa la vida diaria de millones de personas trabajadoras: pasamos muchas horas sentadas, con escasas oportunidades para movernos. El entorno laboral, a menudo parte del problema, puede y debe convertirse en parte de la solución.
UNA MIRADA GLOBAL AL BIENESTAR METABĆLICO
Consciente de este desafĆo, el Foro Económico Mundial publicó el informe Promoting Health and Well-Being: Employer Strategies for Encouraging Healthy Weight and Metabolic Wellness, en el marco de su iniciativa Healthy Workforces. Este documento pone el foco en una cuestión clave: cómo pueden las organizaciones contribuir de forma activa a la prevención de enfermedades crónicas, en particular aquellas vinculadas al sobrepeso y a los desequilibrios metabólicos.
El informe no se limita a seƱalar la gravedad del problema. Plantea un enfoque sistĆ©mico, basado en la colaboración entre sectores y en la corresponsabilidad compartida: empleadores, gobiernos, sistemas de salud, instituciones acadĆ©micas e inversores tienen cada cual un papel que desempeƱar. La idea central es clara: abordar el bienestar desde una lógica de ātoda la sociedadā es mĆ”s eficaz que hacerlo desde compartimentos estancos.
MOVERSE COMO PARTE DEL TRABAJO
Entre los mĆŗltiples factores abordados, la actividad fĆsica aparece como eje transversal. El informe no solo seƱala la importancia de combatir el sedentarismo, sino que aporta recomendaciones concretas para lograrlo. Se anima a las empresas a rediseƱar sus espacios para facilitar el movimiento incidental (escaleras accesibles, zonas de pie, recorridos internos), a organizar descansos activos, a fomentar reuniones caminando, a ofrecer incentivos para el uso del transporte activo y a facilitar el acceso a instalaciones deportivas, retos o clases colectivas dentro del horario laboral.
MĆ”s allĆ” de la infraestructura, el texto insiste en que estos cambios deben formar parte de una transformación cultural. La salud no puede entenderse como una responsabilidad exclusivamente individual, ni como un aƱadido decorativo a las polĆticas de recursos humanos. Integrar el movimiento en la jornada laboral exige repensar rutinas, ritmos y prioridades desde una perspectiva amplia y comprometida.
UNA ESTRATEGIA COMPARTIDA ENTRE SECTORES
La propuesta del Foro Económico Mundial trasciende el Ć”mbito empresarial. En su tabla de estrategias compartidas, se asignan responsabilidades al conjunto de actores sociales. A los gobiernos, se les insta a desarrollar polĆticas de alfabetización fĆsica desde la infancia y a diseƱar entornos urbanos que favorezcan la movilidad activa. A los servicios sanitarios y sociales, se les anima a trabajar con comunidades y organizaciones deportivas para extender las oportunidades de movimiento. A las instituciones acadĆ©micas, se les encomienda la tarea de aportar evidencia que oriente el cambio. Y a los inversores, se les invita a incorporar entre sus criterios la apuesta de las empresas por entornos saludables, sostenibles y fĆsicamente activos.
Este enfoque cooperativo refuerza una idea clave: las polĆticas de promoción de la salud no deben improvisarse ni limitarse a intervenciones puntuales. Necesitan planificación, coherencia y continuidad. Requieren tambiĆ©n conocimiento tĆ©cnico y capacidad de adaptación a los distintos contextos laborales, culturales y sociales. Solo asĆ podrĆ”n traducirse en mejoras reales de salud y bienestar.
DE LA INTENCIĆN AL IMPACTO
Para que estas estrategias funcionen, es imprescindible que se integren en la cultura organizacional. Las intervenciones deben pensarse a largo plazo, no como campaƱas temporales, sino como parte del ADN de la empresa. TambiĆ©n es esencial que estĆ©n adaptadas a la diversidad de la plantilla: personas con distintos niveles de condición fĆsica, de edad, con diferentes horarios y responsabilidades. AdemĆ”s, deben incorporarse mecanismos de evaluación y mejora continua que permitan ajustar las acciones a los resultados.
Muchas organizaciones optan por colaborar con agentes externos para diseñar o implementar estas estrategias. Este recurso puede ser muy valioso siempre que se asegure la coherencia del programa, su adecuación a los objetivos de salud y su ejecución con criterios de calidad. Una dirección técnica de servicios deportivos profesional, capaz de coordinar, supervisar y orientar el conjunto de actuaciones, marca la diferencia entre iniciativas simbólicas y transformaciones reales.
CUANDO EL TRABAJO TAMBIĆN CUIDA
En un mundo donde las enfermedades crónicas no dejan de crecer y donde las condiciones laborales influyen cada vez mĆ”s en la salud, pensar el trabajo como un espacio de cuidado colectivo ya no es una utopĆa: es una necesidad. Cada gesto que favorezca la actividad fĆsica en el entorno laboral es una inversión en salud pĆŗblica. Pero no cualquier gesto vale: solo aquellos que se diseƱan con visión de largo plazo, con criterio tĆ©cnico y con respeto a las personas trabajadoras pueden marcar una diferencia real.
El Foro Económico Mundial ha puesto sobre la mesa una agenda ambiciosa. Corresponde ahora a los distintos sectores convertirla en realidad. Y en ese proceso, la actividad fĆsica āen todas sus formas, desde las mĆ”s lĆŗdicas hasta las mĆ”s estructuradasā tiene mucho que aportar.
Cuantas mƔs personas estemos colegiadas, mƔs se escucharƔn nuestras voces.
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