Una ruta por el patrimonio material e inmaterial vinculado a la actividad fĆsico-deportiva en EspaƱa
- Consejo COLEF
- 29 ago
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PATRIMONIO EN MOVIMIENTO: UNA RUTA POR LOS BIENES MATERIALES E INMATERIALES VINCULADOS A LA ACTIVIDAD FĆSICO-DEPORTIVA EN ESPAĆA
EspaƱa guarda tesoros poco conocidos: su patrimonio fĆsico-deportivo. Frontones, trinquetes, gimnasios y estadios que respiran historia conviven con juegos y deportes tradicionales que se siguen transmitiendo de generación en generación. Este artĆculo propone recorrer un mapa sorprendente donde la arquitectura se mezcla con la cultura motriz, mostrando cómo el movimiento tambiĆ©n construye identidad y memoria colectiva. Una invitación a mirar con otros ojos lo que parecĆa cotidiano y a descubrir que el deporte tambiĆ©n es patrimonio cultural vivo.
Durante las vacaciones y los dĆas libres muchas personas redescubren su entorno, se permiten explorar con calma y se acercan a destinos con otros ojos. Muchas personas viajan, redescubren pueblos, visitan museos o se detienen por primera vez ante una fachada que siempre habĆan pasado por alto. Y es justo ahĆ, en esa pausa, donde nace este relato: el de un paĆs que tambiĆ©n protege su patrimonio fĆsico-deportivo, sus espacios de juego, sus saberes corporales, su memoria de movimiento.
A travĆ©s de este artĆculo queremos invitarte a mirar mĆ”s allĆ” del monumento o la tradición festiva, para fijarte en algo quizĆ”s inesperado: los bienes materiales e inmateriales vinculados a la educación fĆsica, la actividad fĆsica y el deporte que forman parte del patrimonio protegido en EspaƱa. Se trata de historia viva, cultura motriz, memoria social y valores compartidos.Ā
Frontones centenarios que hoy son monumentos; juegos populares que han sido reconocidos como bienes de interĆ©s cultural; gimnasios donde se formaron generaciones de educadoras y educadores fĆsicos; trinquetes donde aĆŗn resuena el eco de la pelota; tĆ©cnicas tradicionales de lucha, salto o navegación que siguen vivas gracias a quienes las transmiten con orgullo.
Muchos de estos bienes han sido declarados oficialmente como parte del patrimonio cultural español, bien por su valor arquitectónico o funcional (como los estadios, gimnasios o velódromos), bien por su dimensión etnogrÔfica y educativa (como las luchas tradicionales o los juegos de bolos).
Hoy te invitamos a recorrer ese mapa. A viajar no solo con los pies, sino con la mirada atenta de quien reconoce que la actividad fĆsico-deportiva tambiĆ©n es historia, identidad, herencia.
DONDE LA ARQUITECTURA RESPIRA DEPORTE
En EspaƱa podemos encontrar autĆ©nticas joyas arquitectónicas vinculadas al deporte, sobre todo al juego de pelota. Los frontones dibujaron el paisaje de ciudades y pueblos y fueron parte del ocio de muchas generaciones hasta bien entrado el siglo XX. Pero, sin duda, donde se sigue preservando su esencia es en lugares como PaĆs Vasco o Navarra.Ā
En concreto, en el PaĆs Vasco el catĆ”logo patrimonial recoge una cantidad nada despreciable de frontones. La Universidad de la Pelota, en Markina-XemeinĀ (Bizkaia) se remonta al siglo XVIII, aunque con las remodelaciones y ampliaciones a simple vista no lo parezca. Del siglo XIX el catĆ”logo incluye el frontón de Otxandio, en Bizkaia, y el frontón de Agurain, en Ćlava; de Gipuzkoa se listan el Beotibar de Tolosa, el Beti-Alai de Ordizia, el de DonibaneĀ y el de ZumardiaĀ de Pasaia, y el de OƱati. De principios del siglo XX en Eibar encontramos otra maravilla, el Frontón Astelena. Del siglo XX el registro oficial incluye otros muchos frontones, que exceptuando el de La Esperanza de Bilbao, todos se encuentran en Gipuzkoa: el de Rebote de Zubieta en San SebastiĆ”n; el Beti Alai de Segura; el de AndoainĀ y, en el mismo municipio, el de Sorabilla; el de Itziar en Deba; el de Legorreta; el de Lezo; el de Los Tilos en Hernani; el de Urnieta; el descubierto Beti-Alai en Ordizia; el Jai-Alai de Gernika-Lumo; y el Santiagotxo de Hondarribia.
Navarra tambiĆ©n cuida su patrimonio cultural en torno a la pelota y, ademĆ”s del impresionante Frontón Labrit, en Pamplona el Ayuntamiento propone una āRuta por la historia de la Pelota Vasca en Pamplonaā. En la Comunidad Foral tambiĆ©n podemos encontrar otros muchos enclaves donde la pelota no solo se juega, sino que se vive como parte esencial del patrimonio. Algunos ejemplos son el frontón de la plaza Bear-ZanaĀ en Doneztebe/Santesteban o el frontón de LĆ”rraga, que en su momento fue considerado el mĆ”s largo del mundo.
Este deporte fue tan popular, y dejó tanta huella incluso mÔs allÔ del AtlÔntico, que hasta en el madrileño barrio de Chamberà encontramos un edificio singular de tremendo valor para el patrimonio deportivo español: el Frontón Beti-Jai, construido en 1894, joya neomudéjar que nos habla del deporte, del espectÔculo y de la sociedad de principios del siglo XX.
Y si pasas por Valencia, no dejes de visitar el Trinquete de Pelayo, conocido como la Catedral de la Pilota, del que se puede decir que es el recinto deportivo en activo mĆ”s antiguo de Europa. Desde 1868 que abrió sus puertas, hasta la actualidad, queda patente que es historia viva de la pilota valenciana, sĆmbolo de identidad y legado cultural.
Embarcandonos en arquitectura representativa de otras manifestaciones fĆsico-deportivas, en Madrid, dentro del conjunto protegidoĀ de la Ciudad Universitaria, se encuentran el Complejo Deportivo Nuestra SeƱora de la Almudena, junto a la Facultad de Educación de la Universidad Complutense, y el Complejo Deportivo Zona Sur, donde se ubica el conocido Estadio Nacional Complutense, casa del rugby en nuestro paĆs. Por supuesto, este conjunto tambiĆ©n integra el Instituto Nacional de Educación FĆsica (INEF), historia de la profesión de la Educación FĆsica y Deportiva, que a su vez guarda un tesoro, en formato museĆstico desde 2016, donde se conserva y se expone, entre otras colecciones, el gimnasioĀ construido en Segovia en 1890 por JosĆ© MarĆa MartĆnez BernabĆ©u.Ā
También en la capital estÔ el Gimnasio del Colegio Maravillas, declarado BIC en 2018. Y en las afueras el imponente Hipódromo de la Zarzuela, con sus tribunas parabólicas diseñadas por Eduardo Torroja, que sigue deslumbrando como ejemplo de vanguardia arquitectónica deportiva.
En Toledo, el antiguo Gimnasio o Pabellón de San LĆ”zaro fue uno de los primeros en su gĆ©nero en EspaƱa, vinculado a la Escuela Central de Educación FĆsica, y recientemente rehabilitado para poder usarse nuevamente. En Teruel, tanto las instalaciones deportivas del embalse de Cueva Foradada, en Oliete, como el frontón para los trabajadores de Utrillas, estĆ”n censados en el Patrimonio Cultural AragonĆ©s. En Lorca (Murcia), el pabellón de deportes del antiguo institutoĀ conserva la huella de una Ć©poca en que el ejercicio escolar comenzó a estructurarse en instalaciones propias. En Palma de Mallorca, el Velódromo de Tirador, inaugurado en 1903, fue uno de los mĆ”s importantes de Europa y su protección como bien catalogado municipal llegó justo a tiempo para evitar su desaparición.Ā
El PaĆs Vasco, que ya lo hemos mencionado anteriormente con la cantidad de frontones que tiene catalogados dentro de su patrimonio cultural, tambiĆ©n registra y protege otros muchos inmuebles vinculados al deporte. En Bizkaia: el Bolotaki de la QuadraĀ en GueƱes; el Bolotaki de ZeinkaĀ y el Probaleku de BolibarĀ en Ziortza-Bolibar; el Bolotaki de Otxandio; y el Probaleku de ArretxinagaĀ en Markina-Xemein estĆ”. En Gipuzkoa: Donostia alberga un TrinketeĀ espectacular del siglo XIX y, por supuesto, el emblemĆ”tico Real Club NaĆŗtico; en IrĆŗn estĆ” el recio Trinkete de Behobia; tambiĆ©n en este territorio estĆ”n censados en el catĆ”logo de patrimonio los bolotaki de UrnietaĀ y de Zerain; en cuanto a los probaleku, se encuentran censados en la lista de patrimonio el de Itziar, en Deba, el de LezoĀ y, tambiĆ©n, el de Urnieta. Por Ćŗltimo, en Ćlava: los Juegos de Bolos de ElburgoĀ y de Zalduondo; los bolotaki de AƱanaĀ y de Gometxa, Ć©ste Ćŗltimo en Vitoria.Ā
En Catalunya forman parte del inventario de patrimonio arquitectónico: el Camp Nou; el edificio central de servicios deportivos de la UABĀ en Cerdanyola del VallĆØs; en Girona estĆ”n tanto el Palacio Municipal de DeportesĀ como el Pabellón LluĆs Bachs; el Palacio Municipal de Deportes de Sant Feliu de LlobregatĀ tambiĆ©n estĆ” inventariado, asĆ como el pabellón municipal de deportes de Granollers; en Begur encontramos el pabellón deportivoĀ y la zona deportiva de "Font de Baix".Ā
Y quĆ© decir del Estadi OlĆmpic de MontjuĆÆc LluĆs Companys, que ademĆ”s de ser pieza clave de los Juegos de Barcelona ā92, su arquitectura pertenece a las primeras dĆ©cadas del siglo XX, obra de Pere DomĆØnech i Roura, e inaugurado oficialmente el 20 de mayo de 1929 con un partido de rugby que enfrentó a las selecciones de EspaƱa e Italia.
Por supuesto, todo el patrimonio de los Juegos OlĆmpicos de 1992 tambiĆ©n se encuentra inventariado, que va mucho mĆ”s allĆ” del Anillo OlĆmpico de MontjuĆÆc, la Villa OlĆmpica y el Puerto OlĆmpico. El Palacio Municipal de Deportes de BadalonaĀ fue el pabellón olĆmpico que albergó el baloncesto. El Estadio OlĆmpico de Terrassa, aunque data de 1960, se remodeló para los Juegos y albergó el hockey hierba. El Complejo de Tiro OlĆmpico, que se encuentra en Mollet del VallĆØs, y que alberga la Escuela de PolicĆa de Catalunya. El Pabellón OlĆmpico de Vall d'Hebron, por su parte, fue testigo del voleibol y la pelota vasca. Otros de los inmuebles ligados a los Juegos OlĆmpicos son los pabellones del CARĀ de Sant Cugat del VallĆØs, proyectados para visibilizar el liderazgo deportivo.
Pero, sin duda, en Catalunya hay muchas mĆ”s maravillas arquitectónicas ligadas al deporte, como el INEFC, que aunque no estĆ©n inventariadas por la Generalitat, podemos disfrutarlas a travĆ©s de la iniciativa sobre Arquitectura CatalanaĀ impulsada por el ColĀ·legi d'Arquitectes, en cuya base de datos podemos filtrar por āinstalaciones deportivasā. Por supuesto, en este recorrido, no podĆa falta la mención a la peculiar Casa Pere Company, que aunque no es una muestra de arquitectura deportiva, sĆ se vincula al deporte desde que en los aƱos ā80 del siglo XX el doctor Colet cediese el espacio para ubicar el que ahora es el Museu i Centre dāEstudis de lāEsport Melcior Colet.
Por Ćŗltimo, para cerrar este apartado, cabe mencionar dos BIC andalucesĀ que estĆ”n a caballo entre lo material y lo inmaterial, y que se han considerado, por la Junta de AndalucĆa, Actividad de InterĆ©s Etnológico. Son nada mĆ”s y nada menos que el Real Club Recreativo de Huelva, como decano del fĆŗtbol espaƱol, y el Real Club Recreativo de Tenis de Huelva, ambos con fecha de partida en 1889. Es imposible hablar del fĆŗtbol y del tenis en EspaƱa sin pasar por Huelva.
JUEGOS QUE NOS ENSEĆARON A MOVERNOS
Pero no solo los edificios cuentan. También lo hacen los juegos, técnicas y deportes tradicionales que, gracias al esfuerzo de comunidades autónomas y Administraciones, han sido reconocidos como parte del patrimonio inmaterial.
En primer lugar, debe mencionarse una manifestación que trasciende de lo deportivo por su espectacularidad y belleza: Els Castells. Una prĆ”ctica para la que se necesita un gran entrenamiento y que ha sido reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.Ā
Entre los Bienes de InterĆ©s Cultural que se han ido reconociendo por las diferentes comunidades autónomas encontramos la Pilota Valenciana, declarada como tal en 2014. La Lucha LeonesaĀ recibió la categorĆa de BIC en 2017. El ancestral Juego de LaxoaĀ navarro obtuvo esa protección en 2019. En las Islas Canarias la Lucha CanariaĀ y el Salto del PastorĀ fueron declarados BIC en 2018.Ā
TambiĆ©n la Vela Latina CanariaĀ entró en el club de protección de patrimonio en 2016, uniĆ©ndose a ella, en sus respectivas comunidades autónomas, la Vela Latina de Cartagena y el Mar MenorĀ en 2018 y la Vela Latina de Illes BalearsĀ en 2022.Ā
Los bolos también tienen su lugar: estÔn protegidos en Cantabria desde 2015, en Asturias desde 2017 y en la Región de Murcia en 2025 (Bolos Cartageneros); estÔ incoado el procedimiento para su declaración como BIC en Aragón y en Galicia (Xogo dos Birlos).
Independientemente de los procedimientos de declaración como bienes de interés, no nos podemos olvidar del Juego de la Calva de varias regiones, especialmente de Extremadura, o el Tir de Fona de Illes Balears.
AdemĆ”s, el deporte tradicional y autóctono se protege a travĆ©s de las leyes del deporte autonómicas y de las especĆficas sobre el patrimonio. Inclusive, se han creado federaciones deportivas que promueven la conservación y prĆ”ctica de estas manifestaciones. En el PaĆs Vasco se encuentra la insigne Euskadiko Herri Kirol Federakundea. En Canarias se ha creado una Comisión de los Juegos y Deportes Autóctonos y TradicionalesĀ en la que las federaciones de estos deportes tienen un papel relevante. En NavarraĀ y en AsturiasĀ el deporte autóctono tambiĆ©n cuenta con una atención especial por parte de la Administración. En Catalunya encontramos la Federació Catalana de Jocs Esports i Deports Tradicionals. Otras comunidades autónomas en las que se ha creado una federación de estas caracterĆsticas es Galicia, Castilla y León, Comunidad ValencianaĀ y Aragón.
Para seguir explorando sobre los juegos y deportes tradicionales, la iniciativa acadĆ©mica Museo del JuegoĀ nos ofrece un espacio digital para curiosos, desde el que conocidos profesionales de la Educación FĆsica y Deportiva impulsan este proyecto (fundado por el que fuera presidente del Consejo COLEF a principios de los ā80 del siglo XX, Manuel HernĆ”ndez VĆ”zquez) para la conservación y divulgación del patrimonio vinculado al movimiento y al homo ludens. Y, si vas a Galicia, no te olvides de visitar el Museo EtnolĆŗdico de Galicia (MELGA), una iniciativa del que fuera profesor del INEF de Galicia, Ricardo PĆ©rez i Verdes.
LO QUE ESTE MAPA NOS DICE
PodrĆamos seguir. El listado es largo, y la emoción tambiĆ©n. Porque detrĆ”s de cada declaración, de cada incoación o catĆ”logo, hay una comunidad que ha sabido defender su manera de moverse, un colectivo profesional que ha contribuido a estructurarla, una Administración que ha comprendido que el patrimonio tambiĆ©n se ejercita, se suda, se celebra.
Desde el Consejo COLEF, invitamos a la colegiación a redescubrir este legado y a sentirse parte de Ć©l. Porque cuando las educadoras y educadores fĆsico deportivos educadora fĆsico deportiva enseƱan a lanzar, a saltar o a cooperar, no estĆ”n solo educando: estĆ”n dando continuidad a siglos de cultura motriz. A ese patrimonio en movimiento que a partir de ahora, quizĆ”s, puedas ver de otra manera.
Cuantas mƔs personas estemos colegiadas, mƔs se escucharƔn nuestras voces.
Es tu responsabilidad, es tu compromiso con la profesión y la sociedad.
Si todavĆa no te has colegiado, puedes hacerlo de forma fĆ”cil y sencilla a travĆ©s de la






