D. ALFRED JOVEN, PREMIO CONSEJO COLEF 2023, POR UNA TRAYECTORIA INFLUYENTE EN LA TRANSFERENCIA DEL CONOCIMIENTO DESDE EL INEFC
El Premio del Consejo COLEF 2023 ha recaído en D. Alfred Joven Pérez, profesor del INEF de Lleida desde 1983 (primera promoción). Sin lugar a dudas se trata de un referente de la Educación Física y Deportiva, con una trayectoria única que vincula el terreno del deporte competición y la organización de sus eventos con las artes escénicas
Las personas miembros del Pleno del Consejo General de la Educación Física y Deportiva (Consejo COLEF) han votado las candidaturas al Premio del Consejo COLEF 2023 a la trayectoria profesional. El alto nivel de las candidaturas presentadas por los Colegios autonómicos ha provocado unos resultados de votación muy ajustados entre D. Alfred Joven Pérez (col. 4.460) y D. Ricardo Pérez i Verdes (col. 12.368).
En la votación plenaria ha resultado como ganador del Premio 2023 D. Alfred Joven. Es profesor del INEF de Lleida desde 1983 (con la primera promoción) y ha sido responsable en diferentes áreas del centro: académicas, de gestión o deportivas. En su currículum del INEFC reza que, además de Licenciado en Educación Física, es Máster en Dirección de Recursos Humanos y Máster Universitario en Estudios Avanzados de Teatro (Dirección escénica), también Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Barcelona, y entrenador superior tanto de Natación como de Rugby.
Actualmente es profesor en el área de las actividades acuáticas, rugby, expresión corporal y habilidades profesionales, tanto en estudios de Grado como de Posgrado. Su trabajo se relaciona con federaciones a nivel de formación y entrenamientos o con la dirección y organización de eventos de carácter artístico. Sin lugar a dudas se trata de un referente de la Educación Física y Deportiva, con una trayectoria única que vincula el terreno del deporte competición y la organización de sus eventos con las artes escénicas.
La Comisión Permanente junto con el COPLEF de Catalunya, Colegio al que pertenece D. Alfred Joven, determinarán dónde y en qué acto se hará entrega del Premio.
MÁS SOBRE ALFRED JOVEN PÉREZ
Tomado de la carta de motivación presentada por COPLEF Catalunya para justificar la candidatura:
Alfredo Joven Pérez “Fredy”. Profesor-catedrático del INEFC de Lleida del cual también ha sido durante 10 años el director de centro. Casi 40 promociones han podido disfrutar de su conocimiento y experiencia con transferencia directa a deportes como el rugby y la natación.
También destaca su trayectoria por las diferentes producciones artísticas que ha realizado como director y/o autor, como por ejemplo la escena musical de Peter Pan, la Ceremonia de Inauguración de los Campeonatos de España de la Juventud al 2005, la Inauguración y Clausura de los Campeonatos de Europa de Natación a Madrid el 2004 y la Ceremonia de Inauguración de la Final de Copa Davis de Sevilla del 2004, entre otros.
Durante los últimos años, compaginando su tarea como profesor de Grado y Posgrado, también realiza las tareas de entrenador y coordinador al club de rugby INEFC-Lleida del cual también es jugador a sus 63 años. Hace 1 año escribió la siguiente carta:
«Diecisiete años después de la última vez (2003-2004) vuelvo a limpiar las botas la noche anterior, las engraso, preparo la ropa, reviso con mimo los cordones, compruebo los tacos y... los recuerdos de repente me invaden de emoción... y dejo las botas como había hecho durante 25 años como jugador sénior... junto a la puerta, como esperándome para ir a jugar.
Un rugbyman o rugbywoman lo es para siempre, salvo que se autoimponga dejar de serlo. No es necesario jugar siempre, no, aunque no negaré que eso es lo más fantástico. Probablemente hoy haya sido el más mayor o quizás el más viejo en la competición oficial en Cataluña.
Seguramente he hecho una tontería, una insensatez, una locura, pero eso ya lo oía cuando empecé a jugar y pude hacerlo durante esas 25 temporadas de sénior y no me arrepiento. El rugbyman no suele ser muy sensato al uso, suele ser cosas que quizás ya no se llevan, pero hoy emocionado, reprimiendo las lágrimas no de pena, sino de alegría de que unos niños y jóvenes me dejaban jugar con ellos, me cargaban de energía y me enseñaban que quizás sí valió la pena ser insensato.
Hoy en esos recuerdos solo puedo dar las gracias a todas y a todos aquellos con quienes he compartido, especialmente quienes han sido generosos conmigo, dándome como compañero o como entrenador lo mejor. Gracias infinitas, me hacen renovar mí sentimiento de humilde rugbyman... ciertamente insensato».
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