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"Con la contundente evidencia científica actual acumulada, ¿resulta ético no prescribir ejercic


ENTREVISTA A D. ÁLVARO CASAS, PRESIDENTE DE SEMEG

CAMPAÑA DE DIFUSIÓN DE LA FASE 2 DE RECOGIDA DE INFORMACIÓN.


D. Álvaro Casas Herrero es presidente de la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (SEMEG). Ha participado de forma activa en ViviFrail, en colaboración con Mikel Izquierdo (col. 8.740), con el que tiene una estrecha relación profesional para la investigación e implementación de programas de ejercicio físico en personas mayores.


P: La prestación de servicios de ejercicio físico en población mayor en muchas ocasiones se entiende de forma homogénea como parte de una estrategia de envejecimiento activo. Sin embargo, debe ser entendido como una amalgama diversa en función del estado de la persona (sana, enferma, de riesgo o paciente geriátrico). ¿Cómo entiende usted que debe configurarse la prescripción médica de ejercicio físico en cada uno de los casos?


R: En el caso de las personas mayores resulta fundamental individualizar a las condiciones de cada paciente. Debemos prescribir ejercicio de la manera que hacemos con cualquier otro fármaco. Resulta necesario tener en cuenta las comorbilidades a la hora de prescribir ejercicio físico, pero resulta todavía más importante que la prescripción se adapte a la situación funcional y los ejercicios tengan beneficios directos sobre dicha funcionalidad, que es la que marca el pronóstico vital y la calidad de vida de nuestros mayores.


P: La "receta" que expide el profesional médico a una persona mayor que necesita ejercicio físico, luego es "dispensado" por educadores/as físico deportivos/as. Éstos últimos también realizan las evaluaciones técnico-científicas de la condición física pertinentes para un desempeño correcto de su trabajo. Pero, ¿cómo considera que debería implementarse el seguimiento del médico?; ¿qué indicadores de condición física serían los más relevantes para que el profesional de la educación física y deportiva trasladase al médico en el caso de población mayor?


R: Los médicos y en general los profesionales de la salud, deberían realizar un seguimiento de la prescripción de ejercicio de la misma manera que se realiza un seguimiento de otros tratamientos. Deben realizarse valoraciones periódicas para comprobar la tolerancia y determinar posibles riesgos y contraindicaciones así como ajustar la intensidad, duración y volumen del programa prescrito. En el caso de los pacientes mayores, los mejores indicadores de condición física son los funcionales y concretamente las medidas basadas en la ejecución. Pruebas sencillas como la prueba corta de desempeño físico (Short Performance Battery Test) o la velocidad de la marcha son buenos ejemplos de ello.


P: ¿La polifarmacia podría reducirse aumentando la prescripción médica de ejercicio físico? ¿En qué síndromes geriátricos y situaciones clínicas relevantes en personas mayores tendría más impacto la reducción de medicación?


R: Está comprobado que los mayores que realizan ejercicio físico de forma regular van menos al médico y toman menos fármacos. Hay estudios que demuestran que los beneficios del ejercicio físico superan con creces a los efectos de muchos fármacos y esto resulta especialmente importante en los ancianos vulnerables o frágiles, que tienen un elevado riesgo de presentar problemas de salud y de discapacidad. La prescripción de ejercicio físico multicomponente (aeróbico, fuerza, equilibrio y flexibilidad) de manera individualizada y adaptada a la capacidad funcional del paciente, es la principal herramienta terapéutica de la que disponemos para mejorar la calidad de vida de nuestros mayores.


P: ¿Existen experiencias concretas en el campo de la Geriatría con programas de ejercicio para pacientes frágiles?


R: Desde la Geriatría y concretamente desde la SEMEG llevamos ya varios años muy concienciados y el ejercicio físico forma parte de la rutina clínica e investigadora de muchos geriatras. En coordinación con el equipo de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), liderado por el Profesor Mikel Izquierdo, miembros de nuestra sociedad han participado en el desarrollo e implementación de la herramienta VIVIFRAIL que ha supuesto un notable avance para la prescripción individualizada de ejercicio físico para los pacientes frágiles. Además, muy recientemente, hemos participado en un novedoso ensayo clínico publicado en JAMA, donde se ha demostrado que un programa de ejercicio físico multicomponente de tan solo 5 días de duración en una Unidad Geriátrica de Agudos (UGA), es capaz de revertir el deterioro funcional y cognitivo asociado a la hospitalización.


P: ¿Qué retos cree que deben afrontar en la actualidad los programas de ejercicio físico orientado a la salud para personas mayores?


R: Debemos pasar de la teoría a la acción de manera urgente. En los últimos 10-15 años se ha acumulado un cuerpo de evidencia en la literatura lo suficientemente contundente como para cambiar el paradigma actual de atención a nuestros mayores. El principal reto en la atención a los mayores debe ser el mantenimiento de su autonomía y calidad de vida y la prevención de la discapacidad, por encima de la atención a enfermedades concretas. En este sentido la prescripción de ejercicio físico resulta de vital importancia. Los programas de ejercicio físico deberían formar parte de la cartera de servicios en todos los sistemas de salud tanto a nivel ambulatorio como a nivel hospitalario ya que modifican la trayectoria vital (funcional y cognitiva) de los mayores, lo que redunda directamente en una mejoría notable de su calidad de vida. Desgraciadamente, a fecha de hoy esto no es una realidad en nuestro sistema sanitario y cabe preguntarse por las razones y si, con la contundente evidencia científica actual acumulada, ¿resulta ético no prescribir ejercicio físico a nuestros mayores? Creo que todos conocemos la respuesta y también considero que es responsabilidad también de todos poner los medios para poder revertirlo.

 

CONOCE EL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN “RECETA DEPORTIVA”

FASE 2 DE RECOGIDA DE INFORMACIÓN PARA EL ESTABLECIMIENTO DE NIVELES DE BUENAS PRÁCTICAS PROFESIONALES EN EL ÁMBITO DEL EJERCICIO FÍSICO ORIENTADO A LA SALUD


El Consejo COLEF inició en septiembre de 2018 el proyecto de investigación “Receta Deportiva”, una investigación que se compone de un estudio transversal para conocer el estado actual de los programas de ejercicio físico orientado a la salud en los que el médico “receta” ejercicio, es decir, prescribe, y luego se “dispensa” implementándose, bien en unidades dentro de los propios centros sanitarios, bien en centros deportivos, por educadores/as físico deportivos/as (EFD).


Dado que las personas profesionales de la educación física y deportiva forman parte de este engranaje, para el Consejo COLEF es de interés conocer la estructura de los protocolos y los recursos humanos en los que se integran sus colegiados/as.


El primer estudio de aproximación, en forma de encuesta transversal, cuenta con dos cuestionarios en función de si la derivación para la práctica de ejercicio físico orientado a la salud se produce a un centro deportivo o el servicio se presta integrado en centros sanitarios.



Los programas pueden estar implementándose actualmente, o haber sido experiencias que ya han finalizado.


Los cuestionarios estarán abiertos para ser cumplimentados no solo por educadores/as físico deportivos/as, sino también por cualquier profesional que esté integrado y/o conozca de primera mano las prácticas que se desarrollan en el centro al que se refiera. Es decir, personal médico, de enfermería, de fisioterapia, de psicología, nutricionistas, de terapia ocupacional, de podología, otras profesiones sanitarias, o incluso personal de gestión de los centros. Estos cuestionarios se distribuyeron en una primera fase hasta diciembre. Actualmente, tras la incorporación de diversas sociedades médicas y otras organizaciones como entidades colaboradoras, se retoma una segunda fase de recogida de datos hasta el 5 de abril de 2019.


Una vez se conozcan los resultados del estudio transversal descriptivo, se configurará un panel de expertos con representantes de las entidades colaboradoras. Este grupo de trabajo colaborará con el equipo investigador para elaborar una guía en la que se establezcan niveles de buenas prácticas en prescripción de ejercicio físico orientado a la salud.

Una de las aplicaciones prácticas de la guía será orientar los futuros programas de prescripción de ejercicio físico orientado a la salud que se implementen derivando a los pacientes a los centros deportivos o a unidades incorporadas en los propios centros sanitarios.

La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), la Asociación Española de Pediatría (AEP) y la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (SEMEG) colaboran en este proyecto, siendo parte fundamental de él, ya que es desde la profesión médica desde donde el paciente recibe la “receta” de ejercicio físico. La gestión de recursos para la implementación de programas de la forma más adecuada es un reto a consensuar por los expertos participantes, en los que la especialidad médica desde donde se prescribe y deriva puede que sea un factor diferenciador.


En este sentido, otro de los retos detectados a priori es la cohesión de los servicios sanitarios, sociales y deportivos, especialmente en los municipios, que son en muchas ocasiones quienes ponen en marcha los programas. Por eso, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) aportará su visión desde la realidad de las Administraciones Públicas.



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